Ishidan salió del edificio, con tranquilos pasos dirigiendose a lo largo de la aldea, mirando las cercanias estaba todo tranquilo, la gente paseaba y le miraban bastante extrañados el porque se dejaba ver por aquellas calles sin protección alguna aparente, en las cercanias habian jovenes shinobis tomando un te, Ishidan sediento se sentó en un taburete delante de la chica para pedir que le sirviese un sake, la conocia era una joven bastante sociable asi que no dudo en saludar.
-Buenas tardes, Chu-San ¿Me pones lo de siempre?, por favor.
-Claro, Hokage-Sama.
La chica trajó lo de siempre, Sake, lo mejor para eliminar un dia de estres bajo el cargo.
Poco despues abandonó la zona repentinamente sin un adiós se dirigió a conocer lo que serian la futura élite de la aldea.