Era de noche lo único que iluminaba al sombrío cuarto tallado fielmente en roble era la luz de la luna llena, que desde cualquier punto de la Arenosa aldea se veía cualquier lugar iluminado por esta y su gran esplendor. En un cuarto con grandes montones de papel estaba un Joven moreno pelinegro que parecía estar esperando a alguien por la fuerte que le quedaba al frente a esta persona entro una Chica rubia esbelta y una cabellera dorada que le cubría toda la espalda esta lo paso un informe en un sobre, el pelinegro lo abrió y lo leyó este suspiro con un aliento de desilusión y haciendo una seña con la mano a la joven para que se vaya este se paro y fue al balcón y se pregunto:
-¿Dónde estarás?...