La ceremonia.

Un sol poco peculiar en la villa presidia el ambiente de la Niebla. Takeo salia por un balcón que daba a la plaza central de la villa.

Un Jônnin le habia vestido anteriormente de manera adecuada, parecia que le daban una gran importancia al acto de nombramiento, algo que no le hacia ninguna gracia a Takeo.

Los ojos con el Sharingan perpetuo de Takeo estaban serenos, tal y como deben lucirse en un Mizukage.

La gente miraba atentamente al Uchiha, los mas mayores reconocian su rostro y murmuraban entre ellos el cambió del que cuando abandonó la villa aun era un crio. Por otra parte, los más jovenes observaban a Takeo con una mezcla de temeridad y respeto.

Parecia que a algunos el aspecto jóven del nuevo Mizukage les hacia dudar sobre su preparación para ocupar el cargo que se le ofrecia el mismo dia.


El joven Mizukage observaba a esta gente que le criticaba en especial, su mirada severa relucia con el sol hasta que una nube lo tapó.

La ceremonia del nuevo nombramiento para el cargo más importante de la Aldea de la Niebla comenzaba en breve. La gente que miraba el palco eran una explosión de pensamientos. Caras largas, alegres, llorosas, cabreadas, pensativas, dudosas, sádicas, miedosas, etc... Había causado furor el nombramiento del nuevo Mizukage.

El ambiente húmedo como de costumbre dejaba los arbustos de la aldea empapados por el suave rocío que dejaba el frió, unos charcos dispersados por pequeños chubascos y los tejados de las chozas mojados. Una honda se creo en el centro de uno de los charcos y fue abriéndose por toda la circunferencia. Sin más, asomó una cabeza peliverde.

-Ahí que ver como se pone la gente, si el gorro de Mizukage sufre más cambios que el que lo gobierna. Serán idiotas...- decía en un tono tenue Yasha-.

Termino de salir por completo de aquella masa mínima de agua y se metió entre la multitud.

Hitsugaya, esta sentado en un árbol, mirando como desde el balcón salía el recién nombrado mizukage, con esos ojos rojos...

Vio de lejos una cabeza verde, era el nuevo profesor de la academia.

Decidió bajar del árbol, y seguir aquel chico, quizás cotilleando, descubriría que piensa el pueblo exactamente del nuevo Mizukage.

La gente murburaba sobre la edad, su lugar de procedencia y miles de barbaridades que solo a la burda chusma se le ocurriria haber aquel profesor que deveria de saber algo de burocracia, que opinaba sobre todo esto.


Aunqué era dificil alcanzarle con toda ese gente de por medio...

Takeo miró hacia un árbol que estaba apartado de la muchedumbre que le observaba con recelo. Un chaval de unos 15 años le observaba desde la lejania, parecia que seria un shinobi a los servicios del Uchiha.

- Henzo-san, cita al shinobi de ese árbol y que se dirija a mi despacho. Que venga tambien el peliverde que acaba de convertirse en un charco. -Le dijo el Uchiha a un ANBU que se encargaba de colocar los papeles del discurso.

- Pero Mizukage-sama, aun tiene que dar el discurso de nombramiento.- Dijo el hombre de la máscara un tanto alterado.

Takeo se dió la vuelta y se quitó el sombrero de Mizukage.

- La gente ya me ha visto el rostro, sabe que soy el nuevo Mizukage. Haz que vengan a mi despacho esos dos ninjas, los quiero ahi en 10 minutos.- Dijo el Uchiha mientras entraba bajaba del balcón de un salto y se dirigia a el edificio del Mizukage

Entre la multitud de gente se encontraba una niña observando atentamente el balcón donde hacía un momento había desaparecido el nuevo Mizukage.

- No da tanto miedo como dice la gente...me gusta este nuevo mizukage...- Pensó

Sonrió y volvió a meterse entre la gente, para buscar a Touya y Eizou.

Eizou vio a lo lejos la multitud y empezó a acercarse, cuando estaba cerca vió al nuevo Mizukage, el cual le inspiró un poco de miedo y tranquilidad a la vez

- Bueno.. y ahora a buscar a Kasumi y Touya... haber que opinan ellos - Susurró para si mismo

Dicho esto entro en la multitud y empezó a buscarlos a ambos,

La cabeza de Yasha miraba hacia el suelo. Su pie jugaba bastante concentrada con una piedra que se encontraba en su regazo mientras, cada dos por tres, le echaba sorbos a una botella de agua. De repente, la sombra de la piedra y del shinobi se agrandó, alguien había aparecido a sus espaldas introduciendo en una de sus manos un pequeño trozo de papel. La acción transcurrió como la luz, rápidamente. Le dio una patada a la piedra alejándola de su merced y leyó las escasas palabras que contenía. "A la torre del Mizukage, pero ya" Yasha se fundió lentamente de nuevo en una masa acuática desapareciendo de la escena.

La cabeza volvía a asomar enfrente de el edificio del Mizukage donde algo o alguien le esperaban dentro. No podía negarse pues eran órdenes de arriba así que sin pensarlo dos veces, entro en aquella fortaleza. Los pasos eran rápidos, sin llegar a correr. Se postró delante de la puerta del despacho y con unos suaves toques llamó, avisó de que se encontraba tras la fría madera echa por algún carpintero de Kirigakure.

Touya se encontraba a unos pocos metros cuando ese chico se esparció en agua. En ese momento la curiosidad le rondaba por la cabeza.
Desgraciadamente no podía marcharse del lugar de la ceremonia, ya que había quedado con Kasumi y Eizou.

-A saber que querrán estos dos pesados ahora...

Se perdió entre la multitud.
Al poco rato de caminar entre ese tumulto de gente, vió una persona que le resultaba familiar.
Se acercó a esa cabeza de pelo negro con tonos azules electricos, (algo que a Touya le resultaba demasiado extravagante).

- Ains...Ya estoy aquí. ¿Que cojones queríais?
Detectó que Eizou no estaba con ella.
- Joder...encima que interrumpe mi entrenamiento, ¿Eizou se pierde? No tiene remedio...-dijo Touya molestado.

- Bueno, mientras llega este capullo...¿Qué te parece el nuevo Mizukage? Yo le veo capacitado, y alguien a quien merece la pena obedecer, pero aun tiene que ganarse mi confianza...

Kasumi oyó una voz familiar detrás suyo, se giró y allí estaba Touya.

-Eres un maleducado Touya, te hemos llamado para que dejes de entrenar un rato, que estás obsesionado...- Dijo Kasumi ofendida.

-Será desagradecido...- pensó ella.


Kasumi se giró para encontrarse con los ojos de Touya y acto seguido empezó a caminar entre la multitud.

-Vamos a buscar a Eizou que me agobio con tanta gente alrededor.

Como el Mizukage ya se había marchado hace rato, la gente empezaba a marcharse y disponerse a volver a los quehaceres de la villa.
El lugar ya estaba bastante mas tranquilo y despejado, pero aun quedaban algunas cuantas personas.

Touya solo era capaz de maldecir a Eizou por interrumpir su entrenamiento y apenas se molestaba en buscar al chico.

- Pero...¿Se puede saber donde cojones esta este chico? Como no venga en 10 minutos me voy...-dijo Touya, aunque no pensaba cumplirlo- Bueno, ya sabes que no soy muy dado a sacar conversacion, asi que, ¿por qué no cuentas una de esas aburridas anecdotas en las que finjo tener un minimo de interes aunque me parezcan sumamente aburridas?

El chico se echó las manos a la cabeza y dejó descansar el cuello.
Cuando se quito las manos un hilillo de sangre le caia por la frente.

-Joder, aún me sangra la puta mano...

Kasumi se giró para encontrarse con Touya de nuevo y le dijo casi gritando:

-¿Pero qué te pasa?, nadie te ha obligado a venir lo has elegido tú, si tan aburrido estás ya puedes irte a tus queridos entrenamientos, y no me trates de esa manera...es injusto que pagues conmigo si estás enfadado...-Dijo acabando en un susurro.

-Ojalá se le caiga la mano...-Pensó


Dicho esto, Kasumi se metió entre la multitud para no verle la cara más a Touya, si de verdad la apreciaba la buscaría.

Cuando las ondas sonoras de las palabras de Kasumi llegaron a los oidos de Touya, su cerebro procesó:

-Mujeres...

Touya dió media vuelta y se marchó, pero antes de abandonar el lugar, pensó:

-Esta mierda sigue sangrando, y no tengo vendas...

Alzó la mano para rascarse la cabeza cuando una persona chocó contra él. La persona se disculpó y siguió su camino.
De la bolsa situada en la cintura de Touya sobresalió el filo de un kunai. Debido al choque Touya bajó la mano en un acto reflejo y en el mismo sitio de la herida anterior se hizo un corte de mayor longitud, que le cruzaba toda la mano.

-Me cago en...Joder, esto deja cicatriz...No, si al final tendré que pedirle una maldita venda a Kasumi...

Touya dió media vuelta de nuevo y caminó en busca de Kasumi.

Vió una cabeza de pelo negro con tonos azules eléctricos.
Fue corriendo hacia ella y le puso la mano en el hombro.
La chica se giró e intento asestarle un golpe a Touya, el cual esquivó gracias a sus reflejos.
Esa chica no era Kasumi, y en ese momento Touya pensó:


-¿Pero hay mas de una persona tan hortera como Kasumi en el mundo? Dios...donde vamos a llegar...

Touya continuó caminando.

El Mizukage apareció en la plaza donde aun quedaba gente, un chico y una chica discutian a gritos desde el centro de la plaza. La chica decidió dejar de discutir y se fue del lugar de la discursion.

Takeo desapareció y se movió oculto entre la multitud acercándose a la chica. Tendria que conocer a esos dos chicos tan extravagantes.


- ¿Qué te ocurre muchacha?- Preguntó el Mizukage apareciendo a la espalda de la muchacha enfadada.

Kasumi oyó una voz masculina detrás de ella y se giró rápidamente.

Y ante sus ojos estaba allí el hombre que hacía media hora había desaparecido en el balcón de la plaza.

-Mizukage-Sama!-ahogó en un grito la muchacha

Con un tono tembloroso la niña le explicó al Mizukage lo que le pasaba...

-Había quedado con dos amigos aquí para la ceremonia, pero uno no aparece y el otro es un borde...y está obsesionado con entrenar... creo que está herido... y me gustaría encontrarle para curarle, ahora me sabe mal haberle contestado de esa manera tan fría, aunque se lo merece... ¿Y ústed qué hace aquí, Mizukage-Sama?

La niña sonrió mientras hablaba con aquél hombre, parecía buena persona.

Touya caminaba deprisa. Con una manga de su camisa arrancada y atada fuertemente en la mano para detener la hemorragia.

Aunque aun era un joven estudiante, no era una piedra sin sentidos. Touya habia percibido una gran cantidad de chakra aun alterada por un combate que se habia realizado, o por la adrenalina de otro que iba a comenzar.
Este gran chakra estaba cerca del chakra de Kasumi, por lo que empezó a correr a toda prisa hasta él.

Se acercó y vio a un hombre mayor que él, y con unos ojos rojos como la sangre.
Metió la mano en su bolsa de armas y con el kunai aun ensangrentado del accidente de antes se preparo para atacar por la espalda al hombre.

Cuando estaba a dos pasos de él y se disponía a intentar inmovilizarle se fijó en la cara de Kasumi.
Estaba sonriendo. Guardó el kunai y empezó a pensar sin moverse del sitio.

-Está claro que ese hombre no esta intentando hacerle daño a Kasumi, y si fuese peligroso ya habria detectado mis movimientos.

Touya seguía sin darse cuenta de que ese hombre era el Mizukage, dado que en el momento de la ceremonia él estaba absorto en sus pensamientos.

Parecían estar pasandolo bien, asi que, Touya, continuando con sus paranoias habituales, llegó a pensar que eran íntimos, algo que parecia poco probable dado que él y Kasumi se conocían desde hace tiempo. Aun así, Touya decidió dejarles solos.
Se giró y se dispusó a marcharse a continuar con el entrenamiento.

Takeo habia percibido que alguien se acercaba detrás de el para atacarle, aun estando a dos pasos de el parecia que se habia arrepentido, ya sabia quien era ese atacante indeciso.

- Kanou Touya.-Dijo el Mizukage.

Takeo se habia dado la vuelta para encarar al joven que se disponia a marcharse, se fijo en la mano herida. Habria que curarla si no, se infectaria.

Touya se giró y miró directamente a esos rojos ojos.

Sintió un dolor intenso en la mano, la herida se le habia vuelto a abrir.
Se quedó estático en el sitio. Esos ojos le inspiraban muchas cosas, pero no miedo. Touya no sentía miedo.

-Hum...Ojos rojos...ropas 20 tallas mas grandes a la tuya...un sombrero tan hortera...No jodas...ya he vuelto a meter la pata.

Touya reconoció al Mizukage.

El trapo que llevaba atado a la mano estaba empapado de sangre y Touya cada vez se sentía mas débil, pero se negaba a pedir ayuda a nadie.
La herida le castigó otra vez. Parecia como si el dolor obligase a Touya a tragarse su orgullo.

Él, disimulando, se tocó la mano como si le picase levemente, para calmar el dolor que sentía en esos momentos.
Saludó al Mizukage como era debido y siguió quieto en el sitio, mirando fijamente esos sangrientos ojos.

La chica miró enseguida la mano ensangrentada.

-Touya! Estás perdiendo mucha sangre! Tengo que curarte ahora mismo.

Para sorpresa de él, Kasumi lo cogió de los hombros y lo sentó en el suelo, apoyado en un muro de cerca.

Sacó unas vendas limpias, agua y un ungüento especial que había conseguido.
Rápidamente le quitó el trozo de camisa que tenía le lavó la herida con agua, le untó la crema y le puso las vendas limpias.

-Touya tiene una piel muy suave...nunca me había fijado...- Pensó ruborizandose al momento.

-Ya está, tendrás que tenerla en reposo durante 2 dias, así que no esfuerzes demasiado en tus entrenamientos.

Dicho esto se giró y vió al mizukage con una cara de sorpresa.

-Pasa algo, Mizukage-Sama?- Preguntó la muchacha.

Takoe salió de ensimismamiento y se acercó a Touya, que ahora estaba sentado en un muro y tenia a Hanako limpiendole la herida.

Se acercó al estudiante herido y le quitó las vendas que Hanako le habai puesto.

- Chiyute no Jutsu- La mano de Takeo se iluminó. Pasó la mano por la herdia de Touya y esta desapareció.


-[color=blue] Esto ya está curado, tengo algo de hambre. ¿Os apetece venir a comer algo?-[color]- Dijo el joven Uchiha con una sonrisa en su rostro y levantandose despues de curar al estudiante.

-Un Mizukage...¿comiendo con unos estudiantes del tres al cuarto? Bueno, si invitas tú esta bien.

Cogió las vendas que el ojos-rojos le había quitado y se las devolvió a Kasumi.

Acercó su boca al oido de Kasumi y le susurró:

-Quiero que estés a mi lado la proxima vez que me hieran, para que me vuelvas a curar como has hecho hoy...Gracias.

Touya volvió a su actitud normal y le dijo al Mizukage:



-Pues eso, te dejamos elegir sitio, pero no te acostumbres eh...-dijo Touya en tono de broma.

Kasumi vió alucinada como el Mizukage había curado a Touya en un momento, cuando ella había tardado más.

Escuchó al Mizukage decir algo de ir a comer, y dijo:

-Vale, Mizukage-Sama ^^

Vió como Touya se levantaba y le devolvía las vendas a la vez que le susurraba al oído:

--Quiero que estés a mi lado la proxima vez que me hieran, para que me vuelvas a curar como has hecho hoy...Gracias.

Kasumi tuvo que repetirse varias veces la frase para poder entenderla, enrojeció enseguida.

-De..de..nada...--Tartamudeó

Kasumi notaba como aún le ardían las mejillas, así que para evitar que la miraran más cambió de tema.

-Bueno, ¿a qué esperamos para irnos?-- Preguntó rápidamente.

Los ojos de Touya percibieron una leve mota de color entre el gris suelo de la aldea.

Era un flor que con la lluvia habia empezado a crecer entre el pobre suelo.

Le recordó algo. Touya metió la mano en el bolsillo y se acercó a Kasumi.

Sacó la mano y la ocultó detras de su cuerpo. Escondió tambien la otra mano y tardo 3 segundos en decir:

-¿Derecha o Izquierda?

La chica escogió la izquierda.
Touya saco la mano y la abrió. Estaba vacía. Por descarte, sacó la otra mano, la cual tambien se hayaba vacía.

-No hay lirio tan bello en el mundo como para poder regalartelo

Dicho eso, Touya se sentó en el banco de antes.

De repente Eizou se despertó en un callejón. Estaba cerca de la plaza... ¿pero que demonios había pasado? Eizou se levanto y caminó hacia la plaza de la aldea, mientras caminaba empezó a recordar que cuando empezó a buscar a sus amigos empezó a tener un extraño dolor de cabeza, Eizou pensó que se debería a la severidad de su padre en los entrenamientos, y se acordó que fue a sentarse a un callejón completamente desierto que estaba cerca, supuso que se habría dormido sin querer

Mientras andaba por la plaza se dió cuenta de que había pasado bastante tiempo, puesto que apenas había gente en la plaza. Derrepente vió a lo lejos 3 figuras, y 2 de ellas le eran conocidas, eran Kasumi y Touya

- Dios.. ¿que les digo ahora? bueno, ya me invetaré algo.. aunque no deja de dolerme la cabeza - Pensó Eizou, y se tocó la frente

Al poco se acercó allí y escucho de lejos parte de la conversación

- Si he escuchado lo que creo que he escuchado Touya está raro - Susurro Eizou y puso cara de sorpresa

Se acercó y toco levemente en el hombro a touya por detrás. Eizou reconoció rápidamente al Mizukage

- Saludos Mizukage-sama, y hola chicos, siento llegar tarde - Dijo Eizou

Y dirigiendose de nuevo al Mizukage dijo:

- Mizukage-sama, ¿puedo preguntar si ha pasado algo aqui? es extraño verle con 2 estudiantes... espero que no hayan hecho nada malo - Y eizou se ruborizó levemente en señal de arrepentimiento

Touya sintió un escalofrío.

Cogió la mano de Eizou de su hombro y se la quito lentamente.
Se giro rapidamente y le señaló con el dedo.

-¡Quien te ha dicho que puedes tocarme! Ademas, ¡llegas tarde, muy tarde!

En cuanto terminó su pequeño discurso Touya volvió a la normalidad y saludo amigablemente a Eizou.

- A veces das miedo Touya... - Dijo Eizou, y respondió al saludo de su amigo

- Bueno, ¿Y a donde ívais? ¿Ya pensabais iros sin mi, no? - Dijo Eizou alegremente

Derrepente Eizou vió pequeños rastros de sangre y se volvió a marear un poco, se reincorporó y preguntó:

- ¿Y eso? - y señaló a los restos de sangre

Antes de que nadie dijera nada, Eizou se acercó a Touya y le dijo:

- He escuchado parte de la conversación, deberías hablar más bajo... ¿Y desde cuando eres tan cursi? -

Y se rió por lo bajo