En el ramen.

Takeo entró en una antigua tienda de ramen que solia visitar de pequeño mientras sus otros acompañantes entraban detrás de el.


- Hola Inari-san, 4 bols de ramen con carne para mi y mis compañeros.- Dijo Takeo sonriendo.

Entraron en el Ramen seguidos del Mizukage, Kasumi iba hablando con Eizou cuando se dió cuenta de que faltaba alguien. Touya.

Se giró y se asomó a la puerta y lo vió allí sentado en un muro tocando una flauta. -No tiene remedio...-Pensó con una leve sonrisa en sus labios.
Se acercó hasta donde estaba él.

-Touya entra, el mizukage ya te ha pedido la comida. ¿No le harás el feo de no comertela cuando antes has dicho que si, no?-Dijo mirandole con el ceño fruncido.

-Va, te esperamos dentro, no tardes.-Dijo Kasumi mientras volvía dentro con los demás.

Touya guardó el kunai con el que se entretenía.

Entró en el establecimiento y se sentó junto al Mizukage.

-Clan Uchiha...Mis padres me contaron que alguien había asesinado a todas las personas de ese clan.
¿Cómo es que tú tienes esos ojos entonces? ¿Lograste sobrevivir? ¿O quizás derrotaste a aquel asesino?

Touya no había parado de darle vueltas a ese tema. Tenía gran cantidad de dudas respecto a ese Clan Uchiha de Konoha.
El chico se quedó mirando al infinito, meditando y buscando alguna respuesta lógica a ese torrente de preguntas que rondaba en su cabeza.

Mientras el camarero del establecimiento iva a preparar la comida para los 4 nuevos clientes y entraba en la trastienda, Touya se habia sentado al lado del Mizukage y formuló una hondanada de preguntas.

-Clan Uchiha...Mis padres me contaron que alguien había asesinado a todas las personas de ese clan.
¿Cómo es que tú tienes esos ojos entonces? ¿Lograste sobrevivir? ¿O quizás derrotaste a aquel asesino?

El rostro del Mizukage cambió, el recuerdo de lo que habia ocurrido le dolia en lo mas profundo de su ser. De todo lo que se habia enterado mienstras estubo bajo las órdenes de Orochimaru...


- La masacre del clan Uchiha... Mi madre huyó de la villa justo antes de que esto ocurriera, yo era un simple bebé.- Empezó a comentar Takeo, con la mirada fija en el suelo.- Yo no fuí el que derrotó al asesino del clan Uchiha, pero si lo busqué, llegué hasta el fin del mundo a lo largo de mi vida, pero solo logré descubrir como se llamaba y que estaba muerto. Su nombre era Uchiha Itachi y era mi padre.


Les contaba esto porque era necesario que sus ninjas conocieran su historia, quizá les infundiera respeto por como vivia con tal atrocidad, o quizá su actitud se volviera desconfiada por ser el hijo de un asesino. Realmente no le importaba.

Touya se arrepintió de haber preguntado eso.

-Ya he vuelto a meter la pata...-dijo con una pequeña risa entre dientes intentando ocultar su error- Siento haberte hecho recordar algo tan malo...Pero es una costumbre mia meter la pata con mis comentarios.

El dueño del local les sirvió sus respectivos bols de ramen a cada uno.

Touya sacó un par de palillos y los separó.



-¡A comer!

Kasumi escuchó atentamente la historia del Mizukage. Era triste...

Afortunadamente ya llegó el dueño a traerles la comida, así cambiarían de tema.

-Itadakimasu!-Dijo alegremente la chica mientras separaba sus palillos.

Pasaron unos minutos todo en silencio, solamente se escuchaba como comían, y para romper un poco el hielo, la chica dijo:

-¿Qué tal si vamos después de comer a entrenar un rato?- Dijo con una sonrisa

Touya seguro que aceptaría, Eizou seguramente también, solo faltaba la respuesta del Mizukage.

El Mizukage comió con los tres estudiante y olvidó el tema del que habian hablado.
Todo parecia transcurrir tranquilamente, pero el tenia que ponerse las pilas después de esa comida. No podia olvidar que era el Mizukage.

-¿Que tal si después de comer vamos a entrenar un rato?- Escuchó el Mizukage, a su lado mientras comia.


- Lo siento, yo tengo muchas cosas que hacer- Rebaó su bol de ramen y dejo una bolsita llena de monedas en el regazo de Kasumi.-[color=blue] Comed lo que deseis, pero Touya, ten cuidado con tus entrenamientos, no quiero tener que volver a curarte.

Las palabras del Mizukage eran seguidas de un guiño. se despidió de el camarero y desapareció.

El mizukage dijo que no podía y dejó en su regazo una bolsita con monedas.

-Pues otro día será, adiós Mizukage-Sama.-Dijo dedicandole una sonrisa.

Kasumi acabó de comer y en silencio esperó a que sus amigos acabaran.

-Hace tiempo que no los veo luchar...seguro que habrán mejorado mucho. Aunque yo tampoco me he quedado atrás.-Pensó para si misma.




/Rol Off: Empezaremos el entrenamiento en el foro nuevo si os parece.

Hitsugaya ya se había recuperado y habían salido del lago donde pararon a reponer fuerzas. Tenía que dirigirse a la torre del Mizukage para atender algún tema que el Mizukage creía oportuno. Por su camino, pasó por el puesto de ramen donde varios estudiantes, por su edad, estaban degustando unos tazones con muy buena pinta. Detrás del puesto, Yasha se disolvió, quería saber como actuaban los pequeños shinobis.

Del suelo detrás de ellos, un charco se fue formando hasta que de él salió la cabeza de Yasha, observando a los pequeños.

-¿Habeis visto por casualidad al nuevo Mizukage? Tiene unos ojos inconfundibles. -pregunto a los presentes con la cara llena de agua-.

Kasumi vió como aparecia un charco de agua en el suelo y de ahí un hombre que preguntaba por el Mizukage.

-Se acaba de ir ahora mismo, estaba comiendo con nosotros.-Dijo ella

-Dijo que tenía muchas cosas que hacer, posiblemente esté en su despacho.

- Uhm... ¿Vaya historia no? parece sacada de un manga... - Dijo Eizou con una risa entre los dientes

- Bueno, ahora que hemos acabado de comer, vosotros diréis.. yo tengo todo el dia libre.. no es que tenga intencion precisamente de quedarme en mi casa - Dijo el estudiante

Entre tanto estaba rebuscando en sus bolsillos y había sacado una pequeña nota.

- Uhm.. lo suponía.. sabía que había oido hablar algo de esos ojos a mi padre, menos mal que se me ocurrió apuntarlo.. - Dijo eizou mientras leia la pequeña nota con una caligrafia un tanto extraña

- Uhm.. que raro que el mizukage tenga esos ojos... por lo visto pueden llegar a ser una verdadera maldición para mi familia - Dijo Eizou y puso una cara de asombro

Mientras tanto se levantó y estiró un poco, esperaría a sus amigos.

Touya se levantó de su sitio.

Miró fijamente la cabeza peliverde que había aparecido del suelo.
Se acercó a ella y puso su pie encima. Empezó a patearla.

-¿Que es esto? ¿Una cabeza?-dijo mientras seguía pateandola-¿Ha hablado? Es más, ¿nos está mirando?

Touya dejó de patearle por un instante. Se echó hacia atrás y se dispuso a pegarle un puntapie.

Fue corriendo a toda velocidad hacia el charco, alzó la pierna y justo antes de que su pie colisionará con esa cabeza peliverde se fijó en la cara de sus compañeros.

-Ah...

Touya salió del puesto de comida. Mientras doblaba la esquina de la puerta del establecimiento se despidió con la mano y dijo:

-Voy a entrenar, si quereis venir estoy en la tercera isla empezando por la izquierda.

Sacó una moneda y se la lanzó a Kasumi sin mirar.

-Pagaos un barquero que os lleve.

Touya se giró y desapareció.

Eizou salió corriendo tras su amigo, pero para cuando giró la esquina el ya no estaba, aún asi ya sabía a donde había ido.. y los esperaría a ambos alli.

- Bueno Kasumi, cuando quieras podemos irnos - Dijo con gentileza Eizou

Kasumi fué detrás de Eizou en cuanto el hechó a correr.

Y le dijo:
-Bueno Kasumi, cuando quieras podemos irnos.

-Claro, vámonos antes de que se haga más tarde. A Touya no le gusta esperar.- Dijo con un sonrisa.


Al momento los dos estudiantes salieron corriendo hacia el lugar de entrenamiento donde les esperaba su amigo, Touya.

Tras irse los estudiantes, el clón de Yasha que asomaba la cabeza de un pequeño charco se esfumó. Se quedaría con la cara del supuesto graciosillo de turno para darle asi un escarmiento y no algo que se pueda pasar asi como así.

-Pues nada... a la torre del Mizukage. Quien me manda ami venir a estos sitios... -refunfuñaba para sí-.

Salió directo y sin pausa hacia la torre del Mizukage.