Llegando a la aldea (Ceremonia funeral)

Los dos ANBU estaban ya en el muro, dejaron de correr y fueron andando. Habia un guardia en el muro y dijo:

-Venis de la hierba ... ¿Documentacion para entrar a la aldea?

Shoichirô saco unos papeles y se los entrego al guardia.

-Bien, Podeis Pasar, pero recordad que solo teneis 48 H para hablar con kazekage y creeo que hoy no es buen momento. Dentro de poco se celebrara la ceremonia del funeral del antiguo kazekage.

-Lo Tendremos en cuenta, Gracias.-Dijo Shoichirô, que nada mas traspasar el muro fue corriendo a la torre del kazekage.

Mientras llegava a la torre vio como la ceremonia estaba apunto de empezar y penso:

Devo darme prisa, esto esta apunto de empezar y no pienso quedarme aqui 48 H

Cuando llegó, esperó en la puerta hasta que kazekage saliera, no seria apropiado que alguien que no es de la aldea entre así como así en la torre del Señor Kazekage.

[ Los ANBU NPC te han descuebierto asi que la aldea está alertada de la llegada de intrusos por el desierto, espera la contestacion de alguien de la arena para entrar.]

[Rol OFF: Puesto que mi aldea no tiene ninguna relación hostil con la Hierba, si pasadas las 48 horas no se marcha (a excepciones del Kazekage) entonces tendríamos un problema. Pero mientras no sea así, no hay ningún problema. Es decir, lo que han hecho mis Anbu en el desierto, es protocolo. Gracias por estar alerta Takeo :Rol ON]

Elegantemente vestido y con mucha seriedad Dashek salió del recinto administrador acompañado de su séquito personal de defensa. El grupo estaba compuesto por dos Anbus y cuatro Jounnins dos de ellos de élite, y como no, el secretario del Kazekage Boru Masuka.
Ninguno de ellos esbozaba nada semejante a una muestra de alegría o de normalidad, la tristeza gris de la muerte del antiguo y venerado Kazekage teñía el ambiente de amargura y dolor.

Justo en el momento en que salían al aire libre pequeñas gotas de agua caían del cielo, y se mezclaban con la abundante arena del suelo, convirtiéndose poco a poco en molesto y fangoso barro.
Dashek vio a un extranjero, y como buen Kazekage se preocupó por su presencia, pero le faltaban ganas de ir a echar un vistazo a lo que sucedía, la presente imagen de quien fue su mecenas le dominaba los pensamientos.
No obstante, la siempre atenta Boru Masuka se acercó para ver que hacía aquel visitante frente a la zona presidencial.

- Saludos extranjero. Entiendo bien, que si usted está aquí es debido a que los guardas fronterizos le permitieron pasar, pero, me interesaría saber porque a venido hasta la zona administrativa de la aldea, y además... - Sonrió maliciosamente, con su famosa cara de sabelotodo - ¿Porqué un Anbu a venido hasta nuestra aldea? Pero por favor, que descortés he sido, soy Boru Masuka - Dijo haciendo una reverencia - ¿Y usted?

[Rol Off: No hay relaciones hostiles contra la hierba así que el equipo ANBU fue precipitado al atacarme
y yo tenia prisa por llegar, no podía pararme a enseñarle papeles que debería volver a enseñar.
De todas formas al no tener permiso directo de Kazekage solo son 48 H]

Shoichirô estaba extrañado por que esa mujer le sonaba mucho, pero respondió con una seriedad impropia de un chaval tan joven.

-Soy Hinagi Shoichirô, Vengo de la aldea de la hierba. Gusto en conocerla, y a usted, señor kazekage.- Dijo Educadamente -Por cierto, señor kazekage, Felicidades por su ascenso. Pero tengo un mensage para usted. Unos documentos importantes llegaran en breve en un ave necesito que en cuanto ese ave llegue a los desiertos sea "escoltado" hacia usted lo antes posible y que por ningunas circunstancias alguien que no sea usted los lea.- Concluyo el joven.

Shoichirô le vio bien la cara y pensó:

Este tipo ... Me suena de algo, igual que la chica ... ¿Por que me preocupa tanto conocerles?

En ese preciso momento recordó la verdadera misión y dijo:

Por cierto, necesito hablar con el feudal también, ¿Sigue Siendo Hinagi Shinpachi?.- Dijo con un tono serio, aun que en realidad estaba preocupado por que le dieran una respuesta positiva.

El Chico se quedo quieto en el sitio, esperando una respuesta.

La tristeza demacraba su rostro y le invadía un profundo dolor, caminaba con desanimo casi sin aliento, y rebuscaba en sus pensamientos momentos mejores.
Cuando Masuka se alejó, y se acercó a aquel extraño ni siquiera lo miró, únicamente continuó caminando, escuchó las palabras del joven. Y le dio una pequeña señal con la mano a su ayudante para que le respondiese.

La chica, siempre atenta, captó la orden de su líder y le contestó al viajero:
- Señor. El Kazekage, está muy ocupado, tiene que asistir a una ceremonia y en este no es un buen momento para hablar con él. Saludos. - Dicho esto Masuka se fue junto a Dashek. Y poco a poco se alejaban dirección al cementerio.

El Joven ANBU aun que no quería ser pesado, siguió a el kazekage, ya que el iba a la ceremonia del antiguo kazekage, el que Shoichirô había conocido.

-Perezoso, ve por la aldea con el máximo sigilo y busca información del feudal, yo de mientras iré a la ceremonia a rendir mi pésame.-

Tras hacer un gesto positivo con la cabeza, el ANBU desapareció.

Shoichirô siguió a kazekage para llegar a la ceremonia, y poder rendirle su pésame a aquel viejo que conoció en su día.
A pesar de no ir a escondidas, ya que no lo necesitaba, shoichirô cogió distancia para que nadie le pudiese reconocer.

-Espero que mi hermano no me vea allí, iré por el tejado y me quedare en el más cercano pero de tal forma que no me vean.- Pensó.

[Rol OFF: Elimino el post de Shinpachi y continuamos, ya hablaré con él, que ha desaparecido. :Rol ON]

La pequeña comitiva llegó al recinto funeral. Toda la aldea estaba allí, el ex-Kazekage fue una persona amada por todo, el último descendiente de la dinastía que inició el legendario Gaara, había perecido y ahora Dashek se reunía con la unidad médica especial en busca de respuestas.

Mientras esperaban a que el sacerdote iniciara la ceremonia, un pequeño murmullo se escuchaba por el lugar, pocos eran los que encontraban fuerzas para hablar. Joshi escuchaba las palabras del portavoz de la UMS.

- Hicimos lo que pudimos. Pero era incurable, una dura enfermedad, aquella que comparte nombre con signo de zodiaco. Ha sido duro para todos, pero venerable Kazekage, la aldea necesita que usted sea fuerte, ha de ser el estandarte de nuestra nación. - le colocó una mano sobre el hombro - Ha de ser nuestro guía

Dashek colocó su mano sobre la del médico, la retiró sin desprecio, lo miró y continuó su camino. No era necesario decir nada, él sabía que aquel hombre tenía razón, y entendía que debía ser fuerte, pero era difícil.
La comitiva se situó en su lugar para contemplar el acto. En primera fila ocupando los asientos más privilegiados, al lado de Joshi, quedaba uno vacío. Y él esperaba a alguien.

Finalmente el sacerdote subió al altar, y la ceremonia dio comienzo.


[Rol OFF: No continuo para que podáis interactuar en este espacio de tiempo. Es decir, no vayáis más allá del punto en el que el sacerdote empieza a hablar :Rol ON]

Shoichirô se quedo en el balcón mas cercano, pero suficientemente camuflado para no ser visto, se sentó, y pensó:

-Tal vez debería bajar para hacer algo más que mirar ... al fin y al cabo, fue una gran persona que me ayudo mucho ...-

De golpe vio como el sacerdote subía al altar, decidió esperar en el tejado y luego decidiría que hacer.

Manabu iba justa de tiempo, pero no llegó tarde a la ceremonia. Quiso buscar a la persona con la que había quedado, pero era fácil distinguir quién era, entre ellos, el Kazekage. Se había puesto un traje que era prácticamente nuevo. Era muy elegante y, naturalmente, negro. Y como ya estaba desarrollada, parecía toda una mujer. Se dirigió hacia Joshi Dashek, pero antes observó a toda la población, pudo distinguir a sus familiares a lo lejos. Su madre, la cual se había dado cuenta de la mirada de la hija, le devolvió la mirada acompañada de una sonrisa. La joven ya estaba cerca del sucesor y finalmente dijo:

-¿Se puede? - Educadamente había pedido para sentarse. Encontrando la mirada del joven, ésta le guiñó un ojo. A pesar de ser un día muy triste, para el corazón de la chica brotaba muchísima felicidad. Y espero a la respuesta del nuevo Kazekage.

Joshi sabía donde estaba el extranjero. No necesitaba verlo, para sentir los movimientos de aquella energía, demasiada alta para un simple Jounnin, y el rango de Sannin o subordinado del Kage era demasiado elevado para viajar de esa manera, sin duda debía ser un Anbu.
El sacerdote empezó a hablar pero en lugar de eso, Dashek escuchó como Manabu le pedía permiso para sentarse en la plaza reservada. Este accedió asentando con la cabeza, disimulando su tristeza con una leve mueca que apenas denotaba serenidad.

La ceremonia, avanzó y avanzó las palabras del magnífico orador llegaba hasta lo más profundo de los corazones de la gente, y penetraba en los mejores recuerdos de estos, creando una imagen idealizada pero merecida del antiguo Kazekage.
En este momento, el joven líder de la Arena, sin mirar, pero tranquilo, busco la mano de la chica, y la agarró, necesitaba sentirse apoyado, sentir que alguien le era fiel y confiaba en su capacidad como líder, además, algo más tenía que hacer aquella tarde, y estaba muy nervioso.

La lluvia comenzó a perder fuerza, apenas chispeaba cuando, sorprendiendo a todos, el maestro de ceremonias dio paso a un discurso del sucesor del difunto.
Dashek se levantó y subió al altar, una vez arriba, miró al cielo, al infinito, a Manabu, fijamente a los ojos, y finalmente al público para empezar a hablar.


- Pueblo de la Arena, nuestro amado Kyoshō Jimen ha muerto. Pero eso no nos tiene que debilitar, su defunción es triste, pero él hubiese querido que la celebrásemos recordando gestas, y grandes logros, épocas pasadas y buenos momentos. Es el momento de realizar una catarsis, profunda y sincera. Cada uno de vosotros forma parte de Jimen, y Jimen está en una parte de cada uno de vosotros. Mirad al cielo y contemplad como la madre tierra llora por la muerte de nuestro amado líder. Observad como su leyenda crecerá y vivirá con nosotros para siempre.
Hermanos, la muerte no nos lo ha arrebatado, lo ha hecho inmortal, en nuestra memoria y nuestras almas. Y el así lo quiso, y así lo quiso el consejo, que me han elegido como sabéis, nuevo Kazekage. No os preocupéis. No os defraudaré, Jimen fue mi mentor, y lo daré todo por mi tierra, por mi país, cada lágrima y cada gota de sudor, en mi patria cada sonrisa y cada llanto, para mi pueblo cada alegría y cada fiesta. Siempre estaré con vosotros, siempre podréis contar conmigo.
Recordad, puedo prometer y prometo, que nunca jamás... Os defraudaré.

Al acabar, un gran silencio invadió el recinto funeral, ni un solo murmuro, apenas las pequeñas gotas al chocar contra el mármol sonaban. Pero, no fue un silencio incómodo, era un silencio causado por la impresión y el efecto del discurso, breve pero directo. Al cabo de pocos segundos, un hombre, quizás un panadero, o un herrero, en definitiva un ciudadano, se alzó y empezó a aplaudir, y una tras otro el resto de la aldea se le fue uniendo. Joshi se sentía bien, y esa espina de tensión se la había lograda sacar al fin. Así pues sin más preámbulos, volvió a su lugar a esperar que el orador finalizase la ceremonia.

Al sentarse miró a Manabu, le acarició el brazo y se acercó a su labios. Pero no la besó, volvió a su sitio, sabía que no era el momento, pero necesitaba sentirla cerca... Además, el joven buscaba en ese momento palabras de felicitación y alago. Y quien mejor para ello que la mujer en la que estaba depositando, poco a poco toda su confianza.

Las palabras que pronunciaban el sacerdote, hacían conmover a la joven chica, la cual se sentía protegida porque Joshi le cogía de la mano. Pero poco más tarde, éste se levantó y empezó a echar un discurso para todos los habitantes.

-Pueblo de la Arena, nuestro amado Kyoshō Jimen ha muerto. Pero eso no nos tiene que debilitar, su defunción es triste, pero él hubiese querido que la celebrásemos recordando gestas, y grandes logros, épocas pasadas y buenos momentos. Es el momento de realizar una catarsis, profunda y sincera. Cada uno de vosotros forma parte de Jimen, y Jimen está en una parte de cada uno de vosotros. Mirad al cielo y contemplad como la madre tierra llora por la muerte de nuestro amado líder. Observad como su leyenda crecerá y vivirá con nosotros para siempre.
Hermanos, la muerte no nos lo ha arrebatado, lo ha hecho inmortal, en nuestra memoria y nuestras almas. Y el así lo quiso, y así lo quiso el consejo, que me han elegido como sabéis, nuevo Kazekage. No os preocupéis. No os defraudaré, Jimen fue mi mentor, y lo daré todo por mi tierra, por mi país, cada lágrima y cada gota de sudor, en mi patria cada sonrisa y cada llanto, para mi pueblo cada alegría y cada fiesta. Siempre estaré con vosotros, siempre podréis contar conmigo.
Recordad, puedo prometer y prometo, que nunca jamás... Os defraudaré.

Por cada palabra que había dicho, la joven se conmocionaba todavía más. Cuando acabó con el 'nunca jamás... os defraudaré' a la chica le empezaron a resbalar lágrimas tanto de emoción como de tristeza. Una vez volvió Joshi Dashek a su lugar, al asiento que había al lado de la joven, ésta le aplaudió dándole la enhorabuena.

-Has estado muy bien... de verdad. - Le dijo mientras sonreía y lloraba al mismo tiempo. Su cara de tristeza y alegría contrastaban y la hacían mucho más bella. Además, llevaba el pelo suelto, y el viento hacía que se moviera intensivamente... suavemente...
Después su brazo se movió hacia la espalda del nuevo Kazekage y la movió por ella, acariciándola, tranquilizando al chico, con muchísimo cariño...

Kaze que pasaba justamente por ahí, pues había sido informado por sus familiares del suceso y del día de la ceremonia. El, al parecer el nuevo Kazekage, estaba dando una charla para toda la aldea, para todos sus ciudadanos.

-Pueblo de la Arena, nuestro amado Kyoshō Jimen ha muerto. Pero eso no nos tiene que debilitar, su defunción es triste, pero él hubiese querido que la celebrásemos recordando gestas, y grandes logros, épocas pasadas y buenos momentos. Es el momento de realizar una catarsis, profunda y sincera. Cada uno de vosotros forma parte de Jimen, y Jimen está en una parte de cada uno de vosotros. Mirad al cielo y contemplad como la madre tierra llora por la muerte de nuestro amado líder. Observad como su leyenda crecerá y vivirá con nosotros para siempre.
Hermanos, la muerte no nos lo ha arrebatado, lo ha hecho inmortal, en nuestra memoria y nuestras almas. Y el así lo quiso, y así lo quiso el consejo, que me han elegido como sabéis, nuevo Kazekage. No os preocupéis. No os defraudaré, Jimen fue mi mentor, y lo daré todo por mi tierra, por mi país, cada lágrima y cada gota de sudor, en mi patria cada sonrisa y cada llanto, para mi pueblo cada alegría y cada fiesta. Siempre estaré con vosotros, siempre podréis contar conmigo.
Recordad, puedo prometer y prometo, que nunca jamás... Os defraudaré.

Había quedado bien, muy bien. No había conocido al difunto Kazekage, pero por sus palabras tuvo que haber sido muy querido.

Miraba a los lados mientras escuchaba el discurso. Caras diferentes, pelos variados y ropas bastante parecidas unas a otras. La gente lloraba, se lamentaba por la perdida del que un día fue el mejor shinobi de Sunagakure. Caras largas. mojadas, ninguna alegre a la vista.

No veía a nadie conocido, quizás porque no conocía a muchas personas.

De repente Shoichirô comenzó a escuchar un ruido ... como si de interferencias se tratase. Era su pinganillo, Algo le había ocurrido a kusakage, así que decidió abortar la misión.
Bajo a rendir el pésame al difunto kazekage.

-Lastima que no pudiera despedirme de ti como es debido ...-
Murmuro el joven.

Saco del bolsillo una extraña piedra que llevaba en el bolsillo, estaba echa de arena. La dejo encima del altar, en ese momento la arena se desizo y dejo un resplandor, toda la gente se quedo pasmada, no sabían que hacia un extranjero delante del altar del difunto kazekage y para colmo ese resplandor les daba mala espina.
Después del resplandor, como si de un flashback se tratara, le llego unas palabras a la mente de Shoichirô:

[Rol Off: Ahora vienen recuerdos de Shoichirô- Rol On]

-No debes apenarte por tus padres, ellos están en un lugar mejor.-
Dijo Kazekage.
-Pero ... ¿como van a estar en un lugar mejor? ¡Están muertos!.-Grito el joven, con unas lágrimas en sus ojos.
El Kazekage dejo caer una bola de arena en el altar de los padres del Joven Shoichirô, Después de eso
Salio un resplandor cegador.
Shoichirô se alarmo.

-¿¡Qué has echo!?.-

-Tranquilo, Esta arena hace que las buenas personas encuentre su lugar en el cielo ... y tus padres eran muy buenas personas, no merecen menos ...-

Después de recordar esto, Shoichirô Murmuro:

-Tu también fuiste una buena persona ... Muchas gracias, Jimen.-

Después de estar centrado en sus recuerdos, se dio cuenta que toda la gente le miraba.
Rápidamente, antes de que le pudieran hacer algo desapareció. Corrió todo lo que pudo hasta encontrar a su amigo ANBU y le dijo:

-Debemos Irnos, Creo que le ha pasado algo al Señor Kusakage. Busca a los demás y comunica les que vuelvan a la aldea, Yo iré directamente.-

El ANBU Asintió con la cabeza y desapareció, después Shoichirô siguió corriendo para salir de la aldea lo antes posible.

Todos marcharon a sus casa, tristes pero con el corazón lleno de esperanza gracias a las palabras del inexperto Kazekage.

[Rol OFF: Siento acabar de esta manera. Pero es el momento de cortar. Nos mudamos :Rol ON]